La voz de la Catedral

«Nació silenciosamente, como silenciosamente cada día se derraman en el interior de estas naves los rayos del sol levantino, matizado por el filtro policromado de ventanales góticos». Así explicó en una intervención el escritor Joaquín Más Nieves cómo se creó el Coro Mixto de la Catedral del que él formó parte hasta su fallecimiento hace unos meses. Esta formación cumple este año los 35 desde su fundación en 1977 y lo hace con 55 integrantes repartidos en las voces de barítono, tenor, contralto y soprano a los que dirige el músico Santiago Casanova, organista, hijo y hermano de organistas bien de la Catedral o bien del Santuario de Nuestra Señora de Monserrate. El deán de la seo, José Antonio Gea, es el presidente del coro y fue el encargado de que se relanzara a la masa a su llegada a Orihuela en el 2006. Gea recuerda que a los tres días de pisar la ciudad murió Vicente Alba, «que fue durante toda su vida vicario y estaba además en el coro, se encargaba de sacar todas las voces porque él fue músico, profesor de música, era organista y fue quien promovió en 1977 esta formación».
Con ese panorama y un coro prácticamente huérfano empezó el trabajo que se ha llevado hasta hoy. La muerte de su fundador hizo que surgiera la idea de hacer una misa por todos los fallecidos, se convocó a toda la gente y a partir de ahí decidieron reunirse cuatro veces al año. Las reuniones se hicieron más asiduas y en la actualidad el Coro Mixto completa cada curso, de septiembre a junio, participando primero en las misas con motivo de la festividad de la patrona para pasar a la de difuntos en el mes de noviembre. En estas fechas cantan villancicos «preciosos», uno de los cuales lo compuso el padre del actual director, en una misa que realizan en la víspera del día de la Sagrada Familia. Luego llega la Semana Santa y el coro está en los Oficios, la Pascua y el último día de mayo suben a Monserrate, donde han recuperado la interpretación del ‘Himno de la Coronación’ «que mi padre puso en marcha cuando era organista de Monserrate», indica Santiago Casanova. El Corpus Christi en junio termina el curso y con él se celebra una jornada de convivencia entre todos los integrantes de la formación musical.
Se da la circunstancia de que ninguno de ellos es músico de profesión, y de hecho muchos ni siquiera saben leer las partituras. De este modo todo lo aprenden «a base de repetir», indica su director, quien añade que lo más agradable de todo es la convivencia que hay entre los miembros. «Intentamos reír todo lo que podemos, crear un buen ambiente dado que somos una pequeña familia». Ni a Casanova ni a Gea les importa la calidad de las voces de las personas interesadas en formar parte del coro, «no tenemos voces extraordinarias» puntualizan, pero lo que si que se hace es sacar todo el partido posible a las que disponen.
Cada lunes y jueves por la noche el Coro Mixto se reúne en las salas que hasta la apertura del Museo Diocesano albergaba esta muestra y el archivo, un lugar en al que hay gente que acude simplemente para escuchar los ensayos desde el claustro o en la calle Mayor. Estas salas, en las que también se celebra la catequesis, han venido de perlas al coro, ya que hasta que dispusieron de ellas tenían que ensayar en el interior del templo y era casi imposible hacerlo con las cuatro voces, de manera que «teníamos que repartirnos por las capillas», precisa el director, quien añade que todo el mundo se ayuda para que todo sea más sencillo, separando las voces para que todos sepan qué tienen que cantar. «Cuando se canta se reza, se hace con sacrificio y con la alegría de convivir y relacionarse a través de la música, y eso es muy importante tanto para lo físico como para lo espiritual», añade Casanova.
Los responsables del Coro Mixto animan a todos los oriolanos que quieran formar parte de él a que acudan a los ensayos, ya que la intención es no dejar que vuelva a decaer. De hecho, José Antonio Gea explica que la escolanía creada para niños podría ser en el futuro una cantera para el coro, aunque añade que en todo caso tendrán que pasar años dado que los chavales cuando se hacen mayores se dedican a estudiar fuera «y pasa tiempo antes de que vuelvan a Orihuela». La intención es que el coro vuelva a ser el de antes, el que contó con un repertorio de más de 80 obras polifónicas de música sacra, clásica y popular, o el que actuó en ciudades como Toledo, Zaragoza, Santiago de Compostela, Granada o Salamanca en las dos últimas décadas del siglo pasado. Por él han pasado varios directores, aunque el primero y actual fue y es Santiago Casanova, también han ejercido esta función Manuel Moya, Joaquín Casanova, Manoli Gómez y Antonio José Rodríguez.

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